Valencia se volvio a convertir en el escenario del World Paella Day, donde 10 chefs de todo el mundo pusieron al arroz como protagonista.

Corea del Sur, Uruguay, China, Estados Unidos, Irlanda, Costa Rica, Perú, Bélgica y España. Así han sido las eliminatorias en las que chefs de una decena de países reinterpretan la paella. La compra que hicieron en el Mercado Central de Valencia fue de lo más variopinta, capaz de aterrorizar a los puristas de la paella valenciana (que es magnífica), pero que habrían hecho poner el grito en el cielo a más de uno. Cebolla, cerveza negra, sirope de pera, magret de pato, azafrán, tofu, salicornia e incluso cuy, un roedor parecido a una cobaya típico de la cocina andina…

El jurado distribuyó sus puntuaciones de la siguiente manera: presentación, sabor, combinación de ingredientes, socarrat y cocción del arroz.

Un show donde cabían arroces secos -requisito fundamental de la preparación- y todo tipo de sabores, hubo algunas cojeras en el punto del arroz (lo más difícil) debido al trasiego de sacar una docena de paellas a la vez.

Opciones de sepia con calabaza, de patata con bacalao, de cerveza negra con ostras o del despliegue de marisco que lució en las semifinales el concursante chino, y de cierto purismo, curiosamente encarnado por los representantes de Perú, Uruguay y República Checa.

La final se desarrolló entre los grandes favoritosEspaña, claro; pero también Uruguay, Costa Rica, Estados Unidos y China. El resultado: ganadora la representante española con un «Fondo de conejo y pollo, caracoles serrano y arroz albufera», argumentaba sobre la base de su plato que fue con diferencia el mejor medido de caldo, dando margen al socarrat pero con un grano grueso y cargado de sabor.